Administrar de
manera óptima los recursos y alcanzar
los objetivos de una organización es todo un arte. Un buen Gerente debe tomar muchos elementos en cuenta en un contexto por
lo general desafiante y cambiante. Se
requiere un liderazgo sostenido, que
logre a diario inspirar a las personas, apoyar y orientar las acciones en función de
objetivos comunes. Manejar la
resistencia a los cambios muchas veces necesarios. Un buen Gerente, se
organiza, planifica, investiga, estudia, se actualiza, está atento (a), piensa
en estrategias nuevas, analiza su factibilidad y vigencia en el tiempo, tomando
en cuenta escenarios futuros.
Un buen
Gerente conoce a su equipo, sus expectativas, aprovecha y fortalece sus
competencias, se comunica de manera clara, directa y orienta las acciones en
torno a valores organizacionales bien definidos, fortaleciendo también el
sentido de pertenencia e identidad con la empresa y sus proyectos. El buen
Gerente obtiene respeto con base en la admiración y credibilidad, disciplina a su gente usando como herramienta
principal la inteligencia emocional y el buen ejemplo. Un buen Gerente cambia
antes de exigir un cambio. Los Gerentes de hoy deben salir del escritorio e involucrarse, delegando de manera inteligente las tareas y
lograr el Ganar de la empresa, el Ganar de clientes internos y externos, el
Ganar de los equipos, aplicando modelos que faciliten y garantice el éxito de
la gestión.
Para quienes somos
Gerentes o pretendemos serlo la responsabilidad que nos espera es del tamaño de
las satisfacciones que obtendremos si lo logramos.
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